Dios sabe
escucharnos
“En medio de la angustia clamé al Señor, y él me respondió y me dio
libertad.” – (Salmo 118:5-RVC)
Un hombre pasaba por un gran sufrimiento. Al ver que sus amigos
trataban de consolarle, les dijo: “El mejor consuelo que ustedes me pueden dar
es escuchar con atención mis palabras”.
Y es exactamente eso lo que
necesitamos cuando pasamos por problemas: alguien que esté dispuesto a
escucharnos. Ese ‘alguien’ es Dios. Él quiere que le cuentes tus problemas, tus
frustraciones, tus miedos, tus fracasos, y también tus alegrías y tus anhelos.
Presenta todo lo que está en tu corazón a Dios, y él te mostrará cuánto te ama,
dándote fuerzas por medio de su Santa Palabra, que dice: “En medio de la angustia clamé al Señor, y él me respondió y me dio
libertad.” (Salmo 118:5).
ORACIÓN: Querido salvador Jesús,
gracias porque me escuchas con tanta atención y cariño. Llena mi corazón con tu
Palabra para que allí encuentre el consuelo y la fuerza que solamente tú puedes
darme. Amén.
Todo lo anterior pertenece a © Copyright 2013 Cristo Para
Todas Las Naciones
Mi Reflexión
Hoy estuve con el SEÑOR y leí
esta reflexión en “Cristo para todas las Naciones” y es lo que sucede en mi
vida ahora que estoy jubilado (retirado -retired, como dicen acá) dispongo de
un mayor tiempo para meditar en la Palabra, compartir con el SEÑOR, alabarle,
agradécele y pidiéndole por mi familia, mis hermanos y algunas personas que me
escriben sus peticiones. Es un ministerio que ya uno en condiciones de vida cómo
la mía, desarrolla para el beneficio de la iglesia de Jesucristo, no hay
barreras de denominaciones, es abrir la vida a todos para llevarlos a la
presencia de Dios, al centro de su propio Ser. Es ahora cuando nada me estorba,
nada me distrae y puedo escucharle a Él con más detenimiento, sin apuros, sin
horarios, sin interrupciones (cuando uno está jubilado casi nadie te visita,
casi nadie te llama) y eso me da más oportunidad para disfrutar con Él. Puedo
llevarle mis problemas y siento su poder porque “En medio de la angustia clamó al SEÑOR, y Él me responde y me da
libertad.” (Salmo 118:5-RVC).
Entonces, todos nosotros, tu y yo “Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.”. (Hebreos 4:16 - RVC). Sé que tienes como yo, necesidades, angustias, penas, pero también alegrías, victorias, gozo, sea lo que sea, tengas lo que tengas, escríbeme específicamente a este correo edutomarhot@gmail.com ese es el correo cálido, vivo de la oración y la Palabra, es allí donde recibo las peticiones que con vehemencia llevó al trono de la gracia. Quiero acompañarte.
Pastor Eduardo Torres